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UN CAMINO RECORRIDO

          Formados académicamente con largos textos que leer y comprender, con clases expositivas que pocas veces me servían para aclarar mis dudas, los  salvavidas a los que podía acudir eran mis compañeros y las consultas que siempre hacía una semana antes del examen final. Viviendo esta realidad estudiantil año tras años, la misma se naturaliza y se vive como la única forma de aprender. La realidad universitaria se resume en muchos alumnos empadronados con un número de registro, que se pregunta como si fuera el nombre, y cuya única aproximación a la vida de los alumnos es una consulta anual, general y por escrito de nuestras condiciones de vida.  El cursado universitario nos lleva poco a poco a olvidar la particularidad de los sujetos que intervienen en el proceso de aprendizaje, desde dos dimensiones  desde la práctica de nuestros docentes y desde las prácticas de los alumnos que se comportan como engranajes de un sistema que "funciona" .

En consonancia con lo dicho anteriormente mi postura delante de mis primeros alumnos resulta mucho  más que olvidable.  Mi primera experiencia docente fue en el año 2005, en una escuela secundaria de Maipú, tenía a cargo a un curso de 8º año al cual debía enseñarles la materia historia y formación ética. Ansiedad, miedo al fracaso, temor a la indisciplina eran los sentimientos que rondaban mi cabeza horas previas al encontrarme con mis alumnos. Pero como el tiempo no para, salió el sol y llegó la hora tan esperada y pasó mejor de lo que me había imaginado. Mis alumnos aunque muchos, eran disciplinados y respetuosos, el problema del comportamiento estaba casi resuelto. Pero quedaba otro problema  para el cual estaba más desprovista de herramientas ¿cómo enseñarles?.  Este dilema lo resolví del siguiente modo: explicación del tema,  fotocopiaba el material y dictaba una guía de preguntas que debían responder individualmente para garantizarme que todos leyeran el texto, ¡se imaginan!. Pero ¿qué estaba haciendo? estaba repitiendo el método de enseñanza aplicado en la universidad conmigo. Es decir actuaba orientada por el reflejo próximo de lo que había sido mi formación universitaria (con la diferencia de que yo cuando comencé la facultad tenía 18 y la motivación para aprender estaba asegurada). En fin cual es el punto al que me interesa llegar, estoy convencida de que el sujeto aprende a hacer algo si le demostramos como se hace, aprendemos observando y si no tenemos un espacio para la reflexión de esas prácticas repetimos situaciones sin ser conscientes de los efectos que ello produce.

Ha medida que compartía mi experiencia docente con compañeros me acercaban "tips" para el trabajo en clase, que para bien de mis alumnos  con el tiempo se fue modificando. Pero para mí fue fundamental ver cómo se ponen en la práctica nuevas maneras de enseñar y nuevas maneras de  evaluar lo que constituye el aprendizaje significativo que han aportado hasta ahora los meses de formación docente.

El conocimiento de que existe un margen imponderable en todas las clases y que muchas veces estos imponderables con cierta cintura docente pueden ser aprovechados a la temática que nos ocupa, la certeza de que muchas veces el conocimiento aprendido de los alumnos será imposible de ser evaluado con los instrumentos tradicionales ya que trascenderá la vida en el aula, la recuperación de las experiencias de vida para el aprendizaje, son las clavijas para afinar mi guitarra y tocar mi nueva canción docente.   

2 comentarios

Prof. Martín Elgueta -

Gracias por compartir tu relato que se nos vuelve interpelación respecto a algunos de los siguientes tópicos:

.- ¿Qué habitus provee la experiencia en la universidad en la configuración del oficio de educador y las prácticas que suscita?
.- ¿Cuáles son las preocupaciones con la que se inician en las prácticas los docentes noveles y cómo varían sus preocupaciones cuando ciertos "miedos" se van evacuando?
.- ¿Cuál es el lugar del intercambio de experiencias en la formación docente y de qué manera volver esas instancias oporutunidad de afinar nuestras "guitarras"?
.- ¿Cómo hacer de la experiencia docente una experiencia más allá del "guitarreo"?

Gracias nuevamente por tus aportes.

Mónica Balada -

Estimada Nora:
Es muy interesante tu relato. Desearía que cada vez sus acordes les resulten a vos y a tus alumnos profundamente melodiosos.
Cuestón de forma: la producción con letra roja alude al primer dispositivo de consignas?
Mónica